Persistencia y permanencia del patrimonio: Introducción
Por: Leida Santiago
Especialista en Asuntos Culturales
Archivo General de Puerto Rico
14 de junio de 2021
Promoción: Persistencia y permanencia del patrimonio
El pasado 14 de abril de 2021, publicamos la primera exposición de fotos y documentos virtual dedicada a don Ricardo Alegría con motivo del centenario de su natalicio, la cual lleva por nombre Patrimonio musical, primeros pasos . Esta segunda exposición, que titulamos Persistencia y permanencia del patrimonio, enfoca el aprecio de su ardua labor en la consecución de salvaguardar edificios y monumentos de valor histórico y cultural a través de todo el país.
¿De qué modo puede una institución y el país rendirle homenaje? Reconociendo la grandeza de su pensamiento y divulgando el alcance de la obra de quien fuera el primer Director Ejecutivo del Instituto de Cultura Puertorriqueña desde su inauguración en el 1955 hasta el 1973, el Dr. Ricardo E. Alegría Gallardo.
En Persistencia y permanencia del patrimonio, consolidamos una selección rigurosa del inmenso caudal documental. Nos concentramos en las gestiones que se realizaron para la defensa del patrimonio y en consecuencia, de la identidad puertorriqueña. Los documentos, así como las fotos que presentamos proceden de varias fuentes: del Fondo Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), del Archivo Fotográfico del ICP, tomadas y reproducidas por personal de la Oficina de Información y Prensa entre 1958 y 1980, entre ellos: Jorge Diana, Wenceslao Morales y Max Toro. Además, el Departamento de Instrucción Pública y la selección de diapositivas a color del Arquitecto Frederik C. Gjessing, exmiembro de la Comisión Asesora de Monumentos Históricos, tomadas entre 1953 y 1954 y donadas al ICP.
Reunimos aquellos documentos que hacen despliegue de gestiones conducentes a la conservación de zonas de interés histórico y arquitectónico. Hacemos destaque de algunas de las propiedades icónicas de la ciudad capital, para ilustrar su origen y evolución. Son estructuras que hacen de San Juan una ciudad atractiva, que ha alcanzado un envidiable prestigio a nivel local e internacional. En la celebración de los 500 años de su fundación, la antigua ciudad mantiene estándares para la habitabilidad de sus residentes, los que a su vez viven el continuo desarrollo con los cambios propios de la época. Estas dos fuerzas propician la actividad en el Viejo San Juan que es hoy testimonio del legado de don Ricardo Alegría.
Los documentos incluidos son muestra de los trámites entre los directores ejecutivos o funcionarios de las agencias públicas, incluido don Ricardo, en vínculo directo con la Alcaldesa de San Juan, doña Felisa Rincón de Gautier, una firma de abogados, el dueño de una propiedad y miembros de la Comisión Asesora de Monumentos Históricos, entre otras. La Comisión Asesora estaba compuesta por arquitectos, historiadores y personas que por mucho tiempo se interesaron y laboraron para conservar y realzar el antiguo San Juan. Algunos eran miembros de la Junta de Planificación, otros eran funcionarios del Municipio de San Juan, y otros, eran ciudadanos particulares. Entre algunos de sus miembros se destacan don Adolfo de Hostos, Historiador Oficial de Puerto Rico de 1936 – 1950 y miembro del Comité de la Junta de Planificación; Rafael W. Ramírez de Arellano, Historiador Oficial de la Ciudad de San Juan y miembro del Comité Histórico Municipal; el Arquitecto Rafael Carmoega, Presidente del Comité de la Junta de Planificación y primer puertorriqueño en ocupar la posición de Arquitecto del Estado en el Departamento del Interior; además, Acisclo Marxuach, Presidente del Comité Histórico Municipal de San Juan; José Firpi, Fred G. Jessing, Santiago Iglesias hijo, Helen Tocker, Guillermo Silva, Aurelio Tió, Luis M. Rodríguez, miembro del Comité Histórico Municipal de San Juan; Arturo Dávila, Osiris Delgado, Javier Blanco y Ramón Gandía. Estos fueron convocados con la encomienda de que ofrecieran apoyo a la labor del Programa de Zonas y Monumentos Históricos, para cumplir la misión de la conservación y restauración de monumentos de valor histórico o arquitectónico, elemento importante de nuestro patrimonio cultural. Fueron esas gestiones las que garantizaron la persistencia y permanencia de un patrimonio que dota de grandeza nuestra Isla.